jueves, 28 de octubre de 2010

Un mérito más que se va con él

Los que no venimos del peronismo siempre veíamos con rechazo ese partido donde políticos y militantes "colgados" de las cualidades de su líder se aprovechaban de un pueblo necesitado en todos los sentidos. Luego de la década del 90 mis prejuicios se veían confirmados, no sólo por el desastre económico que dejó el menemismo si no por el desánimo social heredados de un justicialismo con una militancia carente de esperanza. Más allá de eso, como opositor por prejuicios nacidos de esas experiencias, estuve feliz que el kirchnerismo me "tape la boca", aunque ahora ya me acostumbré. Esos caprichos debenidos en hechos de los gobiernos de Néstor y Cristina tendrían que hacer recapacitar a la Real Academia Española que la definición de "utopía" no puede concebir su explicación como una idea irrealizable.
¿Y cual es el mérito del que hablo?
Voluntariamente o no, no sé ni me importa, Néstor hizo que la lacra del peronismo no tuviera lugar en este proyecto, que necistados de fama y poder tuvieran que emigrar y esconderse abajo de otra etiqueta y así seguir... (en nombre de Perón) intentar llegar al gobierno nostálgicos de aquella década de impunidad. Destacar este mérito que aún no lo escuché en otros me pareció una obligación.
Se va pero mostró el camino, se va pero arrebató las caretas que el poder parecía tener amurada en los rostros de los que siempre se cagaron en la gente y en el país si eso engrosaba sus bolsillos.
La frase no es mía pero leerla me pone bien.
"TANTA ARGENTINA EN LAS VENAS QUE NO AGUANTÓ EL KORAZON"